El humus de lombriz contiene altas poblaciones de microorganismos que colaboran en los procesos de formación del suelo, solubilizan nutrientes para ponerlos a disposición de las plantas y previenen el desarrollo de altas poblaciones de otros microorganismos causantes de enfermedades en las plantas.
Es importante tener presente que el humus de lombriz contiene, además de los macronutrientes: nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio y calcio, pequeñas cantidades de micronutrientes como boro, zinc, hierro, manganeso y cobre.
Gracias a estos aportes nutricionales las plantas se desarrollan más rápido y más fuertes y de esta forma son menos susceptibles a plagas y enfermedades.
El humus de lombriz aporta grandes cantidades de materia orgánica al suelo
Un buen suelo es esencial para una buena cosecha. El suelo debe tener todos los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas, y una estructura que las mantenga fuertes y sanas para asegurar suficiente aire y agua a las raíces.
Para obtener un suelo con un alto nivel de productividad a largo plazo, el uso de los abonos orgánicos es indispensable.
Los abonos químicos basan la nutrición de las plantas en el aporte de tres macronutrientes (N,P,K,) y poco más , olvidando completamente la biología del suelo y por tanto considerando al suelo como un mero soporte, haciendo al agricultor cada vez más dependiente de los abonos y de los productos fitosanitarios por la debilidad de las plantas. Esto conlleva perdida de suelo fértil, falta de productividad y a largo plazo la desertización.
Los abonos orgánicos mejoran a largo plazo el contenido de los nutrientes y la estructura del suelo, estabilizan el pH y fomentan un círculo natural de fijación, descomposición y liberación de los nutrientes necesarios para el crecimiento de los cultivos. Así mejoran la productividad de un terreno a largo plazo sin grandes inversiones económicas.